Quienes nos dedicamos a la tarea universitaria, hemos visto con preocupación el deterioro progresivo de la salud mental de los jóvenes, que había comenzado antes de la pandemia y que fue agudizado por la crisis sanitaria.
Uno de cada tres estudiantes presenta algún síntoma de depresión y ansiedad, según los expertos y, más de la mitad, signos de estrés. Más duro todavía, uno de cada cinco ha tenido ideas suicidas, según el estudio del Centro Investigación en Salud Mental Estudiantil (ISME) de la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes, publicado en 2022.
Hay estudiantes chilenos que llegan la universidad con problemas emocionales iniciados en su adolescencia o niñez. Algunos han sufrido ciberacoso y excesiva exposición en redes. Otros arrastran traumas familiares de la infancia, violencia doméstica o consumo problemático de sustancias como el alcohol o fármacos sin indicación médica. A esto se suman hábitos como el sedentarismo o mal dormir. Los expertos señalan causas multifactoriales.
Las universidades hemos tomado nota y queremos encontrar modos de ayudar. Para comenzar queremos seguir siendo lugares donde los jóvenes encuentren un ambiente protector, donde puedan desarrollar el sentido de pertenencia, se alejen del sentimiento de soledad y se puedan reducir sus síntomas emocionales negativos.
Hay universidades que incorporan dentro de la oferta estudiantil programas que mejoran el sentido de bienestar como parte del currículo. Un ejemplo es la Universidad de Cambridge, que incorporó un programa preventivo que mostró resultados muy positivos en reducción de depresión y ansiedad.
Hoy conocemos mejor los mecanismos para ayudar, las actividades de promoción y prevención son herramientas que se han desarrollado con investigación científica. En la Universidad de los Andes se aplicó durante 2021 un estudio y evaluación de una intervención con aprendizajes para focalizar la atención, tener una perspectiva del sufrimiento, y aprender a regular mejor las emociones.
El tema ha tomado tal relevancia que ha sido incorporado en el anteproyecto de Constitución de la Comisión de Expertos, estableciendo el derecho a la protección de la salud en sus dimensiones física, mental y social, y señalando que el Estado fomentará la práctica deportiva con el fin de mejorar la salud y calidad de vida de las personas. Es importante también considerar a la familia, la primera y más valorada red de apoyo. Por esto, las políticas públicas deben fortalecerla.
Es tarea de las universidades preparara los estudiantes, lo que incluye su formación integral y la promoción de su salud mental. Con esta visión, los jóvenes podrán disfrutar de su etapa universitaria para hacer amigos, aprender y vivir con optimismo los que deberían ser los mejores años de sus vidas.
Fuente: La Tercera, 2023. Autor: José Antonio Guzmán C. Rector Universidad de los Andes